Vuelves los pasos a antiguos senderos, y un nuevo camino se revela ante tus ojos, consternados, ávidos, y perplejos.
Tormenta de fugaces momentos, desatada en tus entrañas, viejas miradas suspendidas en el tiempo, reviven ancestrales seres, cuerpos descarnados, almas reencarnadas.
Los rostros se hacen presentes, tornan mi sangre en un fluido enigmático, fluye por todo mi cuerpo, embriaga mi cerebro de antaño, intoxica mi alma de esperanza, fuerza indescriptible que no comprendo.
El tiempo abandono a este lugar, cada piedra, cada insecto, cíclicos movimientos de hierba y viento, descansan petrificados en espera de mi arribo. Este es por derecho mi lugar en la tierra, santuario de mi infancia, guardilla de mi locura, escaparate de mi lucidez. Es aquí donde mis lágrimas sintieron por primera vez la tierra, donde mis pasos llenos de ira y de cansancio encontraron resguardo, es aquí donde el polvo de mis cenizas se unirá a mis antepasados, el hogar de mis hijos, el lecho de sus espíritus.
El verdor de los árboles me acobija, mi cuerpo inerte en el suelo bañado de viento, no se quiere ir de aquí jamás. Es este mi lugar en el mundo, es mi placer, es mi paz.
Tormenta de fugaces momentos, desatada en tus entrañas, viejas miradas suspendidas en el tiempo, reviven ancestrales seres, cuerpos descarnados, almas reencarnadas.
Los rostros se hacen presentes, tornan mi sangre en un fluido enigmático, fluye por todo mi cuerpo, embriaga mi cerebro de antaño, intoxica mi alma de esperanza, fuerza indescriptible que no comprendo.
El tiempo abandono a este lugar, cada piedra, cada insecto, cíclicos movimientos de hierba y viento, descansan petrificados en espera de mi arribo. Este es por derecho mi lugar en la tierra, santuario de mi infancia, guardilla de mi locura, escaparate de mi lucidez. Es aquí donde mis lágrimas sintieron por primera vez la tierra, donde mis pasos llenos de ira y de cansancio encontraron resguardo, es aquí donde el polvo de mis cenizas se unirá a mis antepasados, el hogar de mis hijos, el lecho de sus espíritus.
El verdor de los árboles me acobija, mi cuerpo inerte en el suelo bañado de viento, no se quiere ir de aquí jamás. Es este mi lugar en el mundo, es mi placer, es mi paz.